Mientras Díaz-Canel convoca a una guerra civil a sus partidarios, el pueblo prepara una marcha pacífica.
Una guerra civil es un enfrentamiento bélico, donde los participantes forman parte de dos o más ejes políticos contrarios, generados en el mismo Estado. Por tanto, no hay duda de que Cuba está en plena guerra civil.
El gobierno dictatorial de Díaz-Canel ha convocado a una guerra civil y está preparando a la parte del pueblo afín al régimen para que ataquen a los manifestantes que saldrán a la calle el 15N.
Estos lo harán vestidos de blanco, sin armas, pacíficamente, alegando su derecho de manifestación popular refrendado por la propia Constitución cubana.
Los esbirros del dictador.
Sin embargo, el gobierno corrupto y dictatorial se dedica a atemorizar a la población usando todos sus medios. Entre ellos se encuentran las redes sociales mediante las cuales han diseminado una serie de videos de una minoría de ciudadanos que, empuñando palos, amenazan con abrir la cabeza de los pacíficos ciudadanos.
Al mismo tiempo están citando en dependencias policiales a todos aquellos que consideran peligrosos o activistas para amedrentarlos y evitar que se unan a la manifestación.
Han encarcelado a una multitud, desde menores hasta adultos mayores que consideraron peligrosos por influir en las masas y así pretenden evitar que el 15N sea una gran manifestación popular clamando por la libertad de Cuba.
Para todos ellos ha impuesto larguísimas condenas. Condenas sin base jurídica alguna. Y todo ello para evitar que estas personas vuelvan a manifestarse libremente en contra de una tiranía que lleva 62 años subyugando al pueblo cubano.
Lo que es vergonzoso es que, mientras el 75% de los cubanos claman por las libertades que traerán prosperidad y futuro a una Cuba hundida en la miseria, un grupo de retrasados mentales sigan afines al gobierno que los tiene en la ruina económica y social.
Todos ellos esperan que el gobierno les recompense por su labor, todos aspiran a ser como la élite. Quieren ser parte de los dirigentes de las organizaciones de masa para recibir los beneficios que estos tienen. No les importa cómo están sus familias ni el resto del pueblo cubano. Viven en su amargura y odio un deseo profundo por salir del abismo en el que la revolución castrista los ha metido y, conscientes de que ellos no son nada, se venden al dictador.
Los escenarios probables tras el 15N.
Varios son los escenarios que pudieran acontecer en Cuba el próximo 15N y ninguno de ellos es favorable al régimen dictatorial.
1. Caída del comunismo.
El pueblo cubano ha perdido el miedo a las fuerzas de represión del Estado. El MININT, sus agentes especiales de negro con perros asesinos, los militares de civil infiltrados, los civiles procomunistas con sus bates de beisbol. Ya se acabó el miedo del gran pueblo cubano y nada va a parar esta revolución popular.
El pueblo cubano, armado con su voz, su espíritu, su coraje y su hastío saldrá a la calle. Será una batalla campal porque Díaz Canel empleará todos los medios para arrestar y aplastar a la multitud, pero será imposible si el pueblo se une.
¿Qué policía podrá arrestar a algún manifestante si el pueblo está unido?. Nadie podrá.
Observemos como los antisistemas se abrían paso en las calles de Madrid, Barcelona, Londres o New York sin que la policía pudiese con ellos. Si el pueblo cubano se une como se unieron estas fuerzas antisistema nadie podrá contra ellas.
En ese caso Cuba ganará su libertad y los opresores deberán abandonar la isla siguiendo los planes que ya ha diseñado el propio Raul Castro para su huida.
2. Contención de la manifestación popular y estado de Guerra o de Emergencia.
Tras el desastre humanitario producido por las fuerzas de represión contra los ciudadanos, se podría producir un estado de alarma nacional que puede dar lugar a la declaración de los estados de guerra o emergencia contemplados en la Constitución.
Quizás la prohibición de salir del domicilio y, con esa escusa, ocupar las calles con el ejército. Esto crearía un estado de opinión internacional muy contrario al régimen y, desde nuestro punto de vista, no sería una idea que aplicaría el astuto gobierno cubano. Además, se multiplicaría el desabastecimiento del país y alentaría aún más a las masas a manifestarse.
3. Solicitud de apoyo a Venezuela para aplacar la represión popular.
Ya somos conscientes de que en el 11J intervinieron en Cuba fuerzas especiales venezolanas para reprimir violentamente la voz popular desarmada.
Hemos visto los autobuses transportando civiles armados con palos para golpear a los ciudadanos que solo daban voces. Fueron apaleados y arrestados. Entre estas fuerzas civiles se encontraban grupos especiales enviados desde Venezuela y es posible que Díaz Canel se esté preparando para repetir, con más fuerza, la represión.
En cualquiera de los tres escenarios el pueblo vencerá.
Todos los medios internacionales ya se han decantado a favor de la libertad de Cuba y del fin del comunismo.
Lo cierto es que ningún país va a hacer nada si los propios cubanos no son capaces de regar de sangre las calles de La Habana.
No nos engañemos, no hagamos de esto un juego de amenazas en el que, al final, todos se dan la mano para seguir siendo amigos.
Esto es una guerra civil. El cubano debe ser consciente de ello y demostrarle al mundo que no están dispuestos a seguir aguantando la dictadura comunista.
De esta manera habrá o no intervención militar por parte de la ONU o EE.UU., pero lo que sí habrá con seguridad es intervención del pueblo cubano para exigir su libertad.
4. Después del 15N habrá muchos más.
Quizás la represión sanguinaria del dictador consiga aplacar la manifestación popular del 15N. Lo que no va a conseguir es que el pueblo calle.
Si no es hoy, será mañana. Si no es mañana, será pasado mañana. Esto ya empezó y no va a terminar.
Adiós, comunismo. Cuba ya te soportó por 62 años y no te aguanta más.
