¿Camina España hacia el comunismo cubano o venezolano?
El Gobierno español cumple todos los paradigmas para llevarnos hacia a ese sistema, y lo está haciendo con eficacia.
Las ideas sociales y progresistas que impregnan los manuales comunistas son la retórica constante del gobierno.
Justicia social, igualdad de oportunidades, protección de los más débiles, distribución honesta de la riqueza, abolición de las clases sociales, etc.
La propiedad privada no debería existir y a cada cual el Estado tiene que darles según sus necesidades. Esas ideas no consiguen nunca lo que prometen, y siempre me recuerdan a George Orwell en su libro, tan nombrado en estos días, 1984.
En él siempre hay un lavado de cerebro a través de la televisión y órdenes del Sistema en cada esquina. Una recreación perfecta del comunismo que ya impera en España.
En esa sociedad nadie es feliz, excepto sus dirigentes que controlan mediante el totalitarismo, la coerción de las ideas, el control policial y el hambre a toda la sociedad.
Para alcanzar el estadio pleno del comunismo, España debe actuar como Cuba y su hermano Venezuela y ya lo está haciendo.
Limitar la libertad es el primer paso y el COVID 19 le ha puesto en bandeja al gobierno este primer paso. Después, aprovechando el estado de alarma se han puesto al servicio de la política el Tribunal Supremo y el Constitucional, colocando en él corruptos afines al gobierno.
Se han reído de la Abogacía del Estado hasta convertirla en un instrumento del Gobierno y también han conseguido que el Fiscal General sea uno de sus ministros.
El segundo paso está dado. El poder judicial ya no es independiente y está en sus manos.
En cuanto al Poder Legislativo han realizado la maniobra de cerrar el parlamento aprovechando la pandemia. Sin embargo no paran de publicar leyes y Órdenes Ministeriales sin ningún consenso político.
Evidentemente el confinamiento les facilita mucho la labor y por ello se empeñan en extender el estado de alarma los más posible.
Los tribunales de justicia están detenidos, no resuelven asuntos de vital importancia y de esta manera todo el Estado está al mando único y despótico del gobierno central para imponer las bases fundamentales del comunismo.
Cuando la normalidad llegue a las instituciones ya no habrá marcha atrás.
Mediante el decreto de estado de alarma el Gobierno ha suspendido las libertades civiles mucho más allá de lo que le permite la ley y la Constitución.
No hay ninguna justificación para el estado de alarma y menos todavía para extralimitarse de su sentido.
Después de controlar los tres poderes solo nos falta el cuarto. La Prensa. Y es evidente que esto también se ha realizado en tiempo récord mediante las subvenciones aportadas por el Gobierno de 15 millones de euros a las televisiones privadas, Mediaset y Atresmedia, y 100 millones para el resto de medios. ¿Quién va a morder la mano del que le da de comer?. El apoyo y cuando menos el silencio, está garantizado.
El Gobierno podría tomar medidas contra la pandemia sin necesidad del estado de alarma, pero eso no le permitiría poner en práctica su plan de instaurar en España el comunismo.
El control de la ciudadanía no va a terminar, muy al contrario, se reforzará.
La Brigada 2035 es un proyecto del Ministerio de Defensa que dirige la socialista Margarita Robles. Es muy explícita la presentación de esta Unidad militar especializada, que se define de la siguiente manera:
“En los próximos años, el Ejército de Tierra deberá actuar en entornos impredecibles, dinámicos, inestables y de creciente complejidad. Esto, unido a los rápidos avances tecnológicos, la posibilidad de acceso a tecnologías de uso civil y militar, por parte de potenciales adversarios y amenazas, así como la hiperconectividad, gran influencia y omnipresencia de los medios de comunicación y redes sociales, obliga a una evolución en el concepto de sus brigadas —unidad de combate referente de las fuerzas operativas terrestres—. En este sentido, las futuras Brigadas se dotarán de las capacidades necesarias como un Sistema de Combate Integral, es decir, adquiriéndose todas ellas de forma global”.
Nuevas municiones para el uso de las fuerzas armadas en la represión social.
«Los principales requisitos exigidos a las municiones estarán en los campos de la precisión y del alcance. La disponibilidad de una amplia variedad de municiones no letales (humos, aerosoles, fibras de carbono…) permitirá aumentar los efectos a alcanzar en escenarios en los que, por razones de distinta índole (legal, política o social) no sea posible o conveniente el empleo de municiones letales».
¿Acaso se está preparando al ejército para intervenciones de orden público?. Parece evidente que así es. Se prevén grandes alteraciones del orden público mundial y esto es fruto de la Agenda 21. Os animo a leer este fascinante artículo y así se entenderá por qué esa persistencia de Pablo Iglesias en ser el ministro responsable de la Agenda 2030.
El siguiente paso. La renta mínima vital.
Hasta ahora el Gobierno ha concentrado todos los poderes y el sometimiento de todas nuestras libertades. Pero falta un elemento fundamental, la dependencia vital del Estado.
Esto es básico en el comunismo y ha de ser institucionalizado en España.
Cuba y España cada vez son más semejantes. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias Turrión es además ministro de Derechos Sociales y de la oscura Agenda 2030 del Gobierno de España.
Estudió e implantó una parte del sistema dictatorial en Venezuela y por tanto sabe mucho de esos procedimientos.
Entre los muchos decretos publicados aprovechando el estado de alarma, han conseguido implementar las medidas sociales propias del comunismo. La propiedad privada no existe. Y para ello estos decretos establecen que:
Se permiten las expropiaciones sin indemnización.
Obligan a las empresas a ceder sus recursos al “interés general”.
Se fuerza a los ciudadanos a prestar su ayuda para lo que consideren necesario en estado de alarma.
Se permite ocupar viviendas privadas por un plazo de cinco años.
A nivel empresarial se pretende intervenir los mercados.
Planificar la producción.
Fijar precios.
Nacionalizar empresas y controlar sectores estratégicos como energía, banca y telecomunicaciones.
¿Y la renta mínima vital?. Pues bien, la finalidad es clarísima. La dependencia de la supervivencia del Estado.
Renta mínima vital y cartilla de racionamiento son sinónimos.
De lo que se trata es de que la mayoría de la población dependa de “Papá Estado”.
El Estado es quien te da de comer y por tanto al Estado no se le niega nada.
Al Estado no se le cuestiona nada.
El que habla mal del Estado es un mal nacido.
Un buen ciudadano tiene el deber de denunciar a quien hable mal del Gobierno.