El enfermero denunció que le obligaron a renunciar a su trabajo en el Instituto Nacional de Oncología y Radiología por sus publicaciones en redes sociales.

Según informa Cubanet. Al enfermero cubano Pedro Ariel García Rodríguez le obligan a renunciar a su trabajo y fue expulsado del Instituto Nacional de Oncología y Radiología por sus publicaciones en redes sociales.
El joven señala que tras varias citaciones y amenazas de la Seguridad del Estado y de los directivos del hospital hacia él y su esposa se vio obligado a tramitar su baja laboral el pasado martes.
“Mi baja fue forzada, en contra de mi voluntad y tramitada bajo amenaza y represión por elementos de la Seguridad del Estado y de la directiva del centro, por ejercer mi derecho de libertad de expresión y de pensamiento”, denunció García Rodríguez, que estudia el quinto año de la carrera de Medicina.
El pasado 9 de mayo el enfermero había sido citado por agentes del régimen y por el subdirector del hospital, el doctor Erasmo Gómez. En ese encuentro se le notificó del seguimiento que se hacía de su cuenta de Facebook. Donde suele manifestar su “descontento e inconformidad con los males, las injusticias, el atropello, el abuso, al que someten al pueblo cubano, especialmente a los que piensan diferente”.
Las publicaciones de García Rodríguez fueron calificadas de “contrarrevolución” por el subdirector del centro hospitalario. Quien exigió al joven que publicara contenidos a favor del régimen.
“Lo que yo publico no es ninguna mentira. (…) Voy a borrar mis publicaciones cuando me muestren una sola prueba de que en ellas hay difamación o engaño”. Así se expresó el enfermero, quien, dijo, seguirá denunciando las injusticias que ocurren en Cuba.
“Todas las injusticias no vienen de afuera, en Cuba se cometen injusticias (…) Dejaron a un enfermero en la calle. Eso es un acto de cobardía”, destacó García Rodríguez.
En los últimos meses, como parte de la aplicación del Decreto-Ley 370, el régimen cubano ha aumentado el control sobre las publicaciones en redes sociales. Lo que ha derivado en multas y advertencias contra activistas, periodistas independientes y otros miembros de la sociedad civil de la Isla.
La implementación de la normativa también se ha hecho extensiva a trabajadores estatales como Jorge Félix Vázquez Acosta. Empleado del hotel Grand Packard que fue expulsado de su puesto laboral por expresarse contra el “sistema socialista y de la Reforma Constitucional” en Cuba.