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En Cuba no hay hambre. Pero los cubanos tienen mucho apetito.

«En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito!», comentó el teólogo brasileño Frei Betto, amigo personal de Fidel y Raúl Castro y quien ejerce como asesor de La Habana para el denominado programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN).

en cuba no hay hambre
Frei Betto (fondo derecha) junto al primer ministro Manuel Marrero y la primera dama Lis Cuesta en el evento gastronómico Cuba Sabe en La Habana. EFE

En un artículo sobre el tema publicado en el diario oficial Granma, Betto narró su estancia en Cuba durante dos semanas como parte de ese programa financiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Oxfam y la Unión Europea.

Cuba importa alimentos anualmente por más de 2.000 millones de dólares.

«El Gobierno gasta más de 2.000 millones de dólares al año para importar alimentos, incluso de Brasil, al que le compra, entre otras cosas, arroz y pollo», comentó, antes de asegurar que la situación alimentaria en Cuba es afectada sobre todo «por el bloqueo» de EEUU.

Pese al embargo, en octubre de 2021 la exportación de productos agrícolas de EEUU a Cuba se disparó un 91%. Cuba ocupa el puesto 63 entre los mercados de exportación de alimentos y productos agrícolas de EEUU.

«A pesar de esa dramática situación, Cuba resiste. Toda la población, de casi 12 millones de habitantes, tiene acceso a una canasta básica mensual y a los sistemas de Salud y Educación de manera gratuita. No hay personas que vivan en situación de calle ni mendigos», aseveró.

Las soluciones para acabar con el hambre en Cuba aportadas por el sacerdote glotón.

Betto indicó detalles del programa de Soberanía Alimentaria, que incluirían cambiar hábitos alimentarios de los cubanos, «como la preferencia por el pan de trigo, un cereal importado. Cuba produce mucha yuca y tiene condiciones para adoptar también el pan de maíz y de harina de coco. Y la carne puede cederle un lugar mayor al consumo de frijoles, lentejas, espinaca, maní, soya y aguacate, ricos en proteínas. Aunque la Isla no cuenta con mucho ganado lechero, las nuevas generaciones ya se acostumbran a la leche y el yogurt de soya«, aseguró.

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Yuca

A pesar de las sugerencias de Betto, el teólogo hizo acto de presencia en 2020 en el evento gastronómico Cuba Sabe, que tuvo por sede el lujoso Hotel Iberostar Grand Packard de La Habana y que organiza la primera dama cubana Lis Cuesta. Este no persigue la sustitución de los alimentos tradicionales sino, por el contrario, «promover los valores de la cocina criolla nacional».

¿Qué come el clérigo que aconseja a Díaz Canel?.

Pero ¿qué come Frei Betto? Autor de más de 60 libros, entre ellos varios con recetas de cocina inspiradas en las tradiciones culinarias que heredara de su madre y de la región de Minas Gerais, de donde es oriundo, dice preferir platos y combinaciones típicas de Brasil que ha mencionado en sus reuniones con las autoridades cubanas.

Para los amigos, contó, cocina sus especialidades: frijoles tropeiros, bacalao espiritual —con leche de coco y nuez moscada— y camarones a la provenzal, «pero no con mantequilla, con aceite de oliva, y mi madre usaba repollo, que yo no uso».

Según dijo en una entrevista con un medio brasileño especializado en gastronomía, de los olores de la casa familiar que más recuerda de su infancia están «el aroma de los bistecs al horno y de los pasteles fritos».

hambre en cuba
En Cuba no hay hambre ni miseria, según Frei Betto, asesor del gobierno de La Habana

Encuentros culinarios de Frei Betto.

Pese a que defiende la sencillez y la frugalidad en el comer, Betto participa activamente en encuentros gourmet de su país. En 2019, durante una Feria de Gestión con empresarios del mundo gastronómico celebrada en Curitiba, donde asistió como parte de un panel de educación, fue sorprendido por un plato a base de langosta, preparado por la chef local Letícia Krause, según reportó el sitio web O Morador.

También en La Habana el brasileño asistió en 2020 al encuentro culinario internacional Cuba Sabe, organizado por Lis Cuesta, esposa de Miguel Díaz-Canel. En las fotos del encuentro se le vio interviniendo en una degustación de jamones, quesos y otros alimentos.  

Así que la receta para los cubanos es la misma de siempre, ajo y agua. A joderse y a aguantarse. Mientras la cúpula y sus dirigentes y asesores se atiborran a comer el pueblo debe mantenerse comiendo alpiste, como si de pajarillos se tratase.

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