El cinco estrellas plus pertenece a los militares y la gestión a la española Iberostar.
Según informaciones del diario cubano 14ymedio. Jorge Félix Vázquez Acosta, un empleado del hotel Grand Packard de La Habana, fue notificado este lunes de su «separación definitiva de la entidad». La medida es resultado de la prohibición de libertad de expresión en Cuba. En contra del «sistema socialista y de la Reforma Constitucional» en Cuba.
El documento de despido, cuyo contenido fue confirmado a 14ymedio por el departamento de Recursos Humanos del hotel, explica que. Entre las «pruebas» contra Vázquez, que ocupaba el puesto de «técnico en ahorro y uso racional de la energía», estuvieron las «declaraciones de trabajadores que fungen como testigos de la indisciplina». Además del «informe de la comisión investigadora».
La expulsión de Vázquez ocurre en medio de un contexto muy adverso para la economía cubana, debido a la crisis del covid-19. En el que la mayoría de los hoteles del país están sin brindar servicios, tras el cierre de las fronteras al turismo a inicios de abril pasado.
La firmante del texto, Frida Arias Sánchez es directora adjunto del hotel Grand Packard. Propiedad del conglomerado militar Grupo de Turismo Gaviota S.A (Gaesa), detalló que tuvo conocimiento el pasado 7 de mayo de que
«El trabajador Jorge Félix Vázquez Acosta emitió criterios en contra de nuestro sistema socialista y de la Reforma Constitucional».
«Además de manifestarse en contra de nuestro Grupo de Administración Empresarial, acciones que afectan el prestigio y la moral de nuestra Unidad Empresarial de Base y menoscaba el estado político-ideológico que debe primar en nuestros trabajadores», añadió.
El hotel Grand Packard es el segundo de categoría cinco estrellas plus construido en Cuba y, aunque es propiedad de los militares cubanos, lo administra la compañía española Iberostar Hotels & Resorts. Normalmente la gestión y contratación del personal corre por la parte cubana, que tiene el monopolio sobre la empresa empleadora.
Según se explica en el documento, las supuestas opiniones de Vázquez «denigran» al Grupo de Administración Empresarial y derivó en la pérdida de la confianza que se había depositado en él.
La libertad de expresión en Cuba está cercenada. Según se explica en el documento, las supuestas opiniones de Vázquez «denigran» al Grupo de Administración Empresarial y derivó en la pérdida de la confianza que se había depositado en él, «necesaria y requerida para todos los trabajadores civiles de la sociedad mercantil cubana Grupo de Turismo Gaviota S.A».
En declaraciones al diario 14ymedio, Vázquez cuenta que el viernes al mediodía estaba terminando de hacer unos informes sobre su trabajo y lo llamaron para una reunión en la oficina de la directora.
«Ahí se encontraba un miembro del sindicato, un miembro del Partido [Comunista], la jefa de Recursos Humanos, mi jefe y la propia directora. Me explicaron que yo me he manifestado en los pasillos en contra del Gobierno, en contra el socialismo», detalla.
Además «que abogo por el pluripartidismo y que estoy en contra de que Gae [Gaesa], como institución militar tenga tantas empresas bajo su poder. Desde la primera reunión dije que no iba a contestar esa acusación porque en primer lugar ellos no me estaban mostrando pruebas y porque yo en su oficina solo le respondo temas de trabajo».
«Es como si preguntara cuál es mi preferencia sexual o cuál es el equipo de fútbol o béisbol que me gustan, cosas que son personales, no tienen que ver con cuestiones de trabajo. Les pedí que me exigieran por cuestiones de trabajo pero ella me dijo que me ha puesto a prueba y que soy un buen trabajador pero que los principios de la revolución están por encima de su madre y de su padre, yo me quedé sin palabras».
Los principio de la revolución están por encima de mi madre y mi padre.
«Ella me dijo que me ha puesto a prueba y que soy un buen trabajador pero que los principios de la revolución están por encima de su madre y de su padre, yo me quedé sin palabras»
El documento, que se le entregó este lunes en otra reunión, precisa que la medida se toma sobre la base del inciso C del artículo 150 de la ley 116/2013 del código de trabajo. Además expone que el trabajador puede apelar la medida «en primera instancia» dentro de un término de siete días.
Vázquez comenta que su familia está «muy preocupada» porque él tiene a su cargo una bebé de cuatro meses que ahora se queda sin soporte económico tras su despido. «Es muy injusto, quiero apelar en todas instancias, incluso en Fiscalía Provincial para ejercer mi derecho como ciudadano», dijo a este diario.
El documento no recoge otra queja sobre el joven. Esto demuestra que no existe libertad de expresión en Cuba. Incluso, en el apartado titulado «comportamiento del trabajador» se dice que, hasta el momento, «nunca había sido objeto de señalamiento por su jefe inmediato superior» y que había «obtenido buenas calificaciones» en las evaluaciones de su desempeño laboral.