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Similitudes entre Cuba y Babilonia.

Toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

Toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

El sueño de toda mujer en Cuba es abandonar la isla de la mano de un extranjero -yuma-, eso implica que toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

Tendemos a demonizar a la sociedad cubana y la verdad es que no estamos lejos de la realidad, pero hay que tener en cuenta que la prostitución, las drogas y la venta en el mercado negro de los productos de primera necesidad son formas de vida que ha creado el Castrismo y su Revolución, llevando al pueblo a estos extremos que ya se han convertido en una forma de vida normal, cotidiana y bien vista por todos, por ello las jóvenes, desde muy temprana edad entran en el juego del sexo como algo que hay que dominar para conseguir su objetivo.

Toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

Esto me recuerda las antiguas civilizaciones, Babilonia, Grecia, Roma y Egipto, donde la prostitución no solo no estaba mal vista, sino que formaba parte de la vida necesaria del pueblo, incluso había templos dedicados a ello.

La primera civilización que surge entre los dos grandes ríos Tigris y Éufrates es la de los Sumerios, estos tenían un gran panteón con más de tres mil dioses, imagínate el lío mental que tenían, pero una de las diosas más importantes era Inama, que posteriormente, con el paso del tiempo se llamaría Ishtar en la civilización de los Acadios y así sucesivamente pasaría de una a otra civilización con diferentes nombres hasta la famosa Afrodita de los Griegos.

Una de las costumbres más curiosa que tenían los Babilonios era que toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero, debía ir una vez en su vida al santuario de esa diosa y tener sexo con un hombre extranjero.

Toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

Las más nobles no querían juntarse con las más plebeyas y por eso iban en carros cubiertos para no ser vistas y se quedaban allí con su séquito, pero todas pasaban por el mismo ritual que consistía en pasearse con una cuerda alrededor de su cabeza por un pasillo como si estuviesen mostrando sus encantos a los hombres que allí acudían y estos elegían a las que más les gustaba.

El procedimiento era que el hombre les echaba unas monedas, las que quisiese y la mujer no podía rechazar esa cantidad ya que era una ofrenda a la diosa, la mujer seguía al primer hombre que le echase las monedas y tenían sexo fuera del templo, después de eso ya podían volver a su casa.

Evidentemente, las más guapas eran poseídas rápido, pero las feas se quedaban mucho tiempo en el santuario, incluso varios años, desesperadas y esperando que un hombre las eligiese, eso pasa actualmente, ¿verdad?, el santuario es la calle y el resto lo mismo.

Toda mujer debe prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero.

Este paralelismo con la sociedad cubana es muy actual, las mujeres están tan imbuidas de la idea de salir de la isla a toda costa que solo ven una forma y es prostituirse al menos una vez en su vida con un extranjero, pero como a la primera no suele salir, siguen insistiendo un día y otro hasta que ya no recuerdan los cientos de veces que se acostaron con extranjeros buscando aquél que cayese en sus redes.

Como siempre, igual que en la antigüedad, las más feas lo tienen más difícil, aunque como el amor es ciego, siempre llega un extranjero y se lleva a una que ya está desechada, por eso la esperanza nunca muere y ellas siguen saliendo todos los días a jinetear, pero algunas lo hacen con estilo, a la búsqueda del hombre ideal, ideal quiere decir adinerado y otras lo hacen simplemente para conseguir algún dinero para llevarse a casa.

Las primeras son las peligrosas, las que te arruina la vida con palabras de amor, las otras, si son mayores de dieseis años, solo te darán placer por unos pocos dólares, siempre que hayas tenido la precaución de usar preservativo, de lo contrario te dejarán un recuerdo para toda la vida, pero espero que no seas tan tonto como para verte atraído por el sexo sin condón.

Para acabar te daré un dato, las prostitutas callejeras en la civilización romana cobraban el equivalente a 12€ actuales, así es que el precio en Cuba prácticamente no ha subido nada.

Te sorprendería lo que le cobran a un cubano verdaderas preciosidades de 20 años, en mi libro La Gran Prisión te doy muchos detalles y anécdotas al respecto.

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