Cuba, la “potencia mundial” que envía ayuda médica a otros países, es incapaz de dar atención médica para una operación de una fístula sangrante por falta de médicos, medicinas y camas hospitalarias.
Cuba ha dedicado muchos millones de dólares a crear centros médicos para extranjeros y sus tiranos gobernantes, como el Hospital Cira García en la calle 20 #4101, esquina, ave 41, Miramar, Playa. El Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” en la calle San Lázaro No. 701 e/ Marqués González y Belascoaín, Centro Habana. Y el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) situado en la calle 216 esq. a 13, Reparto Siboney, Playa, en el cual está siendo atendido semanalmente Raúl Castro de su cáncer y la cirrosis que le llevan por muy mal camino.
Pero los cubanos tienen que contentarse con instalaciones depauperadas, tremendas colas y un desabastecimiento de las medicinas más básicas que no se encuentran en ninguna parte de la isla, excepto, lógicamente, al servicio de la élite militar cubana y de los extranjeros.
Sistema de salud de dos niveles.
El Estado reserva los mejores hospitales y médicos para la élite nacional y los extranjeros, mientras que los cubanos comunes y corrientes deben recurrir al mercado negro o pedir a amigos o familiares expatriados que les envíen medicinas.
«El servicio de salud de Cuba está dividido en dos: uno para los cubanos y el otro para los extranjeros, que reciben una atención de calidad, mientras que la población nacional tiene que estar satisfecha con instalaciones en ruinas y la falta de medicinas y especialistas, que son enviados al extranjero para ganar dinero para Cuba», dice el Dr. Julio César Alfonzo, exiliado cubano en Miami y director de la ONG Solidaridad Sin Fronteras.
Para Odalys, una joven paciente que espera en el Hospital Salvador Allende, en La Habana-Cerro la situación es insostenible. «La situación se está volviendo insostenible en este país y no es por falta de especialistas, es porque tenemos que traer todo nosotros mismos. Acabo de comprar una bombilla para la habitación del hospital. He llamado a casa para que me traigan ropa de cama, toallas e incluso papel higiénico. Ni siquiera hay camillas, vi a una familia llevando a su hijo enfermo a una habitación. ¿Atención médica gratuita y universal?.
La prisión La Condesa llena de enfermos sin atención médica.
Alejandra, una joven colombiana que tiene a su marido en la prisión para extranjeros La Condesa, nos relata los sufrimientos que este padece por razones de su enfermedad.
DIEGO FERNANDO LOPEZ VALLEJO se encuentra en un estado grave de salud.
Hace algunos años le comenzó una enfermedad denominada FISURA RECTO ESCROTAL y de la cual venía tratándose.
Durante el tiempo que lleva en prisión la enfermedad se ha agravado ostensiblemente.
Padece constantemente de fiebre y dolores de cabeza debido a la infección.
Estos síntomas hacen que no coma, por lo que su estado de salud es muy delicado, llegando a estar en silla de ruedas por el dolor insoportable en el escroto y recto.
Fue ingresado en el hospital, pero no se le operó, siendo tratado exclusivamente con calmantes para el dolor.
El gobierno cubano dijo que tenían preferencia las mujeres embarazadas y niños y con esa excusa le negaron la cirugía.
En la prisión La Condesa no hay medicamentos y no le tratan la fístula, por lo que cada día se complica más su estado de salud.
Actualmente tiene una herida abierta por la que diariamente expulsa materia fétida y sangre producto de la grave infección.
La súplica de Alejandra.
“Por favor ayúdenme a comunicar mi situación no quiero que esto llegue a mayores. Mi esposo necesita atención médica urgente. Cometió un error, pero no por eso deja de ser un humano que no tenga el derecho a ser tratado por un médico”-nos solicitó Alejandra.
Contactos con el consulado de Colombia en La Habana.
A pesar de que las quejas ya se han comunicado hace meses a los diplomáticos del consulado colombiano, no hay ninguna respuesta.
A Alejandra le han dicho que están esperando que medicina legal les conteste, pero, conociendo a los cubanos y a su enfrentamiento actual con el gobierno de Colombia, mucho nos tememos que las malas relaciones diplomáticas las pague la salud del preso.
En Cuba las Organizaciones de Derechos Humanos no tienen cabida y, por tanto, la dictadura gobierna a sus anchas sin permitir “injerencia en asuntos internos del país”. Nos preguntamos, ¿desde cuándo los derechos humanos y el respeto a la vida son propiedad de un país y se pueden considerar injerencia en sus asuntos?.
