Las condiciones higiénicas en la prisión para extranjeros La Condesa desata una epidemia de dermatitis
Condiciones Higiénicas
En medio de la pandemia de coronavirus las prisiones de Cuba han empeorado sus condiciones higiénico-sanitarias.
En la prisión para extranjeros La Condesa se sigue cortando el agua durante la mayor parte del día. Impidiendo las duchas en pleno mes de agosto con temperaturas que sobrepasan los 40 grados. Un índice de humedad que supera el 75% y un ambiente irrespirable en el que 80 hombres conviven acinados en cada destacamento.
Dormitorios diseñados para retener el calor.
La construcción de estos destacamentos está diseñada por la Unión Soviética y consiste en gruesos muros y techos abovedados que hacen que el calor se acumule en ellos. No permitiendo las corrientes de aire.
Una construcción idónea para Siberia pero terriblemente dañina para vivir en Cuba. Por lo que el sufrimiento y el maltrato sicológico al que los presos se ven sometidos es muy severo, afectando a su salud y estado anímico.
Esto ha llevado a que recientemente se haya producido una epidemia de una enfermedad cutánea que afecta a la mayoría de los reclusos.
Esta especie de dermatitis, a la que los servicios médicos no dan ningún tratamiento, consiste en picores en todo el cuerpo, pérdida parcial de la piel, enrojecimientos y granos por todo el cuerpo.
Lo cual además del daño a la salud, implica un continuo estado de nerviosismo en el recluso que deriva en muchos casos en problemas de salud mental.
Alimentación tóxica e insuficiente.
La alimentación sigue siendo otro de los grandes problemas en la Prisión la Condesa. Fundamentalmente basada en grasa animal en malas condiciones sanitarias y harina de pésima calidad.
La Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior de Cuba decidió suspender las visitas familiares y limitar los alimentos que reciben mensualmente los reclusos en medio de la crisis de coronavirus que afecta a la isla.
Los productos alimenticios enviados a los reos ahora tienen que estar sellados en sus envases originales y quedó prohibido hacerles llegar comidas preelaboradas.
Familiares de presos y activistas de derechos humanos explicaron a Radio Televisión Martí las consecuencias que traerán para los encarcelados estas restricciones.
Desde Santiago de Cuba, Ovidio Martín Castellanos, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien estuvo hasta febrero en la prisión de Aguadores, afirmó que la medida será devastadora para los prisioneros, quienes dependen de la “jaba” (bolsa) familiar con comida.
«Los presos sobreviven con lo que les llevan los familiares porque la alimentación que provee la prisión es mínima y de pésima calidad», comentó.
El menú diario que sirven a los presos es arroz con bichos, sopa de agua, y el supuesto plato fuerte: una bola de harina horneada al sol, sin aceite, bautizada como croqueta de piedra, debido a su dureza.
Todas estas condiciones inhumanas producen desnutrición, enfermedades estomacales y piedras en el riñón. Después del cuarto año en prisión en Cuba es muy normal que los presos tengan que pasar por una cirugía para serles extirpado el bazo o el hígado, pues los alimentos han destruido las células de estos órganos.
Tortura física y sicológica en las prisiones de Cuba
La Condesa no está exenta de la praxis del MININT en todos sus aspectos, por ello me parece oportuno aportar unos datos recibidos desde la prisión de Canaleta, ubicada en la provincia de Ciego de Ávila.
Se trata de un establecimiento penal de alta seguridad y principal penitenciaría de la provincia que alberga unos 3000 reclusos. Anteriormente consistía en seis barracas de madera construidas en el año 1964.
Pero con el incremento de la población y la agudización de las leyes comunistas, el gobierno de Fidel Castro se vio obligado a construir en 1975 una instalación de tres edificios y cuatro plantas cercado con dos alambradas de 10 metros de altura y un muro de cemento de igual dimensión.
En los exteriores de la prisión están los talleres del Ministerio del Interior y una planta de piezas de cemento prefabricadas («Bachiplan») que abastece a las construcciones civiles con mano de obra prisionera.
El preso Julio Ortiz informó varios incidentes dentro de la prisión de Canaleta y la empresa de PROBARI perteneciente al MININT.
Muerte por falta de atención médica.
El 15 de octubre en horas de la mañana el reo Juan Batista de 55 años de edad presentaba fuertes dolores en el abdomen. Los médicos de la prisión lo remitieron al Hospital Provincial pero los facultativos lo devolvieron a la prisión alegando que se encontraba en perfecto estado de salud.
A las 4:00 de la tarde del mismo día los dolores se incrementaron, los presos a gritos pedían auxilios, pero la guardia carcelera no hacía caso a las reclamaciones.
Tras tanta insistencia decidieron conducirlo al puesto médico y por segunda vez los médicos del penal lo remitieron al hospital, pero ya era tarde, la apéndice estaba reventada. Le ocasionó una peritonitis que le provocó la muerte.
Emergencia por falta de higiene en las prisiones.
Ortiz se refirió al estado de emergencia en que se encuentra el centro penitenciario desde hace varias semanas producto de la insuficiente higiene en general.
A pesar de las malas condiciones, la reeducadora de nombre Ariadna se niega a que los presos hagan la limpieza en los destacamentos con detergente y cloro que traen los familiares.
En la prisión los medios de limpieza son comprados por los propios presos. Ellos compran el detergente, la lejía o el cloro, las escobas, las fregonas y todo lo que se necesita para la limpieza sale del bolsillo de los presos, tanto en La Condesa como en las otras prisiones de Cuba.
Malos tratos por los policías de prisiones.
Esta militar, Ariadna, fue expulsada de la prisión de mujeres por su inadecuada conducta hacia las presas, las golpeaba y acosaba sexualmente. En este nuevo destino ha golpeado a un recluso y la madre presentó cargos en la fiscalía militar de la provincia. Hasta la fecha no se han tomado medidas contra ella.
Por otra parte el reo Ortiz se refirió a las humillaciones y corrupción de los jefes militares y civiles en la nave de PROVARI, en donde se elaboran los productos plásticos. Al frente está el teniente coronel Antonio, retirado del MININT, quien se niega a que los negros trabajen allí.
Si un negro es enviado a trabajar lo ridiculiza delante del resto de los presos. Asimismo también tiene a presos que no están en plantilla, de esta manera les roba sus salarios.
El fin de la Seguridad Mínima en La Condesa por corrupción del jefe de la prisión.
Esto mismo lo hacía el mayor Redis en la prisión para extranjeros La Condesa, hasta que una inspección de prisiones lo descubrió y como solución, en vez de sancionar al militar, cerraron las instalaciones de mínima seguridad donde obligatoriamente tienen que estar los presos que han alcanzado este nivel.
Desde aquella fecha en el año 2015 los presos en esta prisión no están separados por categorías ni reciben los beneficios que por ello determina el Régimen Disciplinario y el Régimen Interior de prisiones de Cuba.
En este nave de PROVARI se hacen cajas plásticas que son destinadas a la agricultura, cada caja es vendida la empresa por no menos de 10 pesos en moneda nacional, a los reos les pagan 0,35 centavos en moneda nacional.
Corrupción y robos de los policías a los reclusos.
A pesar del poco salario que perciben son chantajeados con encerrarlos en la prisión y ubicarlos en los destacamentos 9,10 y 11 donde se encuentran los reclusos con más índice de peligrosidad social si intentan reclamar.
El que está al frente de la nave de carbón le paga a los presos 3 céntimos en moneda nacional por cada kilo de carbón. Este carbón se exporta a países europeos a un alto precio, afirmó Ortiz.
Dani, el jefe de la nave de ropa de reciclaje, no permite la entrada de presos que no sean de su confianza. «Los que hacen el trabajo sucio», afirmó, ellos se encargan de escoger las mejores ropa, él los ayuda a sacar los bultos a escondidas y los familiares las venden en el mercado negro.
El militar, en cierta ocasión, ordenó al reo Ranni del destacamento 3, que golpeara a Ortiz, para poder aplicarle una medida disciplinaria por pelearse y así enviarlo a una celda de castigo privándolo de todos sus derechos. Esto no dio resultado porque estaban presentes el reeducador y el guardia de apellido Núñez que al ver empezar la pelea la detuvieron. Al no obtener lo que quería mandó al reo Ranni a que le robara una parte de las pertenencias a Ortiz.
Los reos tiene que comprar sus propias medicinas.
Ortiz también se refirió a la ineptitud de la doctora que está a cargo del destacamento 3, que se negó a examinarlo. Ortiz adquirió un parásito en sus genitales que según él fue contagiado por el baño, la médica le dijo que pidiera a su familia que le comprase los medicamentos.
Otro de los incidentes es el robo de los alimentos destinados a los enfermos con distintas patologías. La dietista y el jefe de la logística roban la mayoría de estos productos, a cambio le suministran a los enfermos riñón de cerdo podrido con olor y sabor a orines. Este riñón se compra para alimentar a los perros de la prisión, pero ahora se está dando a los presos con problemas de salud.
Alimentación para cerdos.
El 10 de agosto a las 11.50 de la mañana el plato fuerte fue patas de cerdo podridas con pelos. No es la primera vez que estos productos en mal estado son utilizados como plato fuerte, añadió que la morcilla la disuelven a las cuatro de la madrugada en agua hasta la hora del mediodía para aumentar las porciones debido a la hambruna.
Los presos tratan de comérselas por el hambre, pero después de que las ingieren les provoca fuertes retortijones de estómago y diarreas constantes.
El 13 de agosto, en el horario del almuerzo, le sirvieron a toda la población del penal pescado crudo podrido, con la cabeza, espinas, escamas y las tripas.
A raíz de las constantes denuncias que ha facilitado el preso Ortiz a la prensa independiente los funcionarios del DTI y la policía política han realizado llamadas a los familiares de algunos presos para provocar riñas entre ellos.