Tras enfrentarse a una grave crisis de salud, Europa empieza a abrir sus fronteras e intenta volver a la normalidad. Pero, tras el coronavirus queda un grave problema mundial.
Millones de personas han perdido sus empleos y sus ahorros de toda la vida. En todos los países se ha generado pobreza y desesperación.
Lo cierto es que el coronavirus es la mejor arma para intereses financieros y políticos que lleva al mundo al desempleo, bancarrota y pobreza.
La pobreza es mundial. Mientras se desarrollan las hambrunas en los países del Tercer Mundo, en el país más rico de la Tierra, millones de estadounidenses aguardan largas filas para recoger alimentos con los que subsistir.
Globalización de la pobreza.
La producción está detenida en la mayoría del mundo y hay hambre en Asia y África. Hambre también en Estados Unidos.
Todos los países ahora forman parte del Tercer Mundo. Es la “tercermundización” de los países desarrollados.
El FMI-Banco Mundial y la globalización de la pobreza.
No preguntamos si esta crisis del coronavirus forma parte de una agenda mundial.
La implementación por parte del FMI del mal llamado Programa de Ajuste Estructural ha llevado durante décadas a la ruina económica de países como India, Bangladesh y Vietnam, Brasil Kenia, Nigeria, Egipto, Marruecos y Filipinas donde millones de personas fueron conducidas al hambre.
En Vietnam, que constituye una de las economías productoras de arroz más robustas del mundo, las hambrunas a nivel local estallaron como resultado del levantamiento de los controles de precios y la desregulación del mercado de granos.
Algo similar está pasando en España. El gobierno se niega a regularizar los alquileres y los grandes holdings acaparan las viviendas y locales produciendo desalojos forzosos y creando, por tanto, enfrentamientos sociales, grupos marginales llamados okupas y una amalgama de instituciones, que no aportan nada al Estado porque son Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Aparecen como una plaga más de nuestra sociedad. Estas organizaciones, que se consideran sin ánimo de lucro, pero que se enriquecen “lícitamente” con grandes fortunas que les apoyan, forman un eslabón entre la pobreza y los grandes interés económicos mundiales.
A nivel mundial, los países más desfavorecidos fueron dolarizados teniendo que aplicar unas medidas de austeridad y se impusieron programas de privatización. Estas reformas económicas, aplicadas por consejo de los acreedores, provocaron un gran colapso económico, pobreza y desempleo masivo.
Tras el ajuste estructural llega el ajuste global.
Se trataba de ampliar el ajuste estructural de algunos países al ajuste global mundial y de repente aparece el “bendito” coronavirus.
Desde la OMS se reacciona muy tarde, hay laxitud en las órdenes, no se da la alarma mundial hasta que la pandemia se ha extendido a nivel global.
COVID-19 son las siglas de Corona Virus Diciembre 2019, que es la fecha en la que se detecta y en la que todos los servicios de inteligencia tienen conocimiento de su expansión.
Pero ¿Qué pasa con todos los mandatarios del mundo?. ¿Por qué no reaccionan?. ¿Por qué se permite que la pandemia se extienda?. ¿Hay algún interés oculto en todo esto? (Te invito a leer este documentado artículo sobre lo que nunca te contaron del coronavirus)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dirige a los gobernantes y grandes instituciones financieras y grupos de presión como Wall Street, Big Pharma, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y la Fundación Bill y Melinda Gates participan en la articulación de las acciones recomendadas por la OMS.
El confinamiento, junto con la drástica disminución del comercio y el turismo preparan un escenario muy oscuro para la economía mientras los líderes mundiales no reaccionan en contra.
La paralización económica produce de manera inmediata el desempleo masivo, quiebras de pequeñas y medianas empresas, colapso del poder adquisitivo, pobreza generalizada y hambruna.
Pero podríamos responder que así lo mandaba la OMS y hay que hacer caso al “supuesto mayor centro de científicos del mundo”.
Sin embargo, otros Estados se decidieron por no escuchar los mandatos de la OMS y practicar el aislamiento inteligente: solo hay obligación de encierro para poblaciones más vulnerables. No se permiten reuniones ni eventos y, aunque se aconseja quedarse en casa, se puede salir a las calles cumpliendo algunas normas. Entre ellas el distanciamiento social.
El Aislamiento inteligente. Una negativa a los deseos de la OMS.
Uno de los principales exponentes del aislamiento inteligente es Países Bajos, donde las autoridades decidieron aplicar la inmunidad colectiva o de rebaño. Priorizar un contagio general y controlado de la población para crear anticuerpos contra el coronavirus.
En territorio neerlandés, la gente sale, los negocios y comercios están abiertos y los días continúan con normalidad. En cuanto a las cifras del virus, el país tiene más de 48.000 contagiados y 6.000 muertos.
Alemania es otro territorio europeo que aplica la medida. Allí las reuniones de dos personas están prohibidas y en las calles se exige un distanciamiento social de entre uno y dos metros. Eso sí, lugares como restaurantes y peluquerías están cerrados. Los contagiados son más de 187.000 y los fallecidos más de 8.700.
Suecia, por su parte, mantiene sus fronteras, bares, colegios y restaurantes, entre otros, siguen abiertos. Aunque prohibieron eventos de más de 50 personas, las autoridades dijeron que apelaban al sentido común de los ciudadanos. Allí hay más de 50.000 infectados y más de 4.800 muertos.
En Sudamérica el asilamiento inteligente produjo grandes beneficios en Colombia que a día de hoy tiene tan solo algo más de 1.500 muertos con una población de casi 51 millones de habitantes, mientras que España, con 4 millones menos de habitantes tiene en la actualidad más de 27.000 muertos.
Hiper Neoliberalismo
El objetivo de esta pandemia es una reestructuración de la economía global.
Y sus objetivos son:
Concentración de la riqueza.
Desestabilización de las pequeñas y medianas empresas.
Eliminación de los derechos de los trabajadores.
Desestabilización de los mercados laborales.
Contracción de los salarios y, por tanto, de los costos laborales.
En pocos meses esta jugada maestra, que ha tenido como protagonista principal una guerra biológica mundial protagonizada por el COVID-19, ha contribuido a empobrecer a un gran sector de la población mundial.
¿Y ahora qué?. Ahora el FMI y el Banco Mundial al rescate.
El objetivo último de estas dos macro entidades es hacer que los países se endeuden.
Recientemente el gobierno de España ha recibido 140.446 millones de euros de este fondo.
77.324 millones de los cuales serían en subvenciones y 63.122 millones de euros estarían disponibles en préstamos.
No obstante el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se apresuró a mentir a los españoles diciendo que estos fondos no hay que devolverlos, ocultando así la realidad del endeudamiento de la nación.
El FMI es claro. Uno de sus instrumentos de préstamo, el Fideicomiso de Contención y Alivio de Catástrofes, que se aplica a las pandemias generosamente. “Proporciona subsidios para el alivio de la deuda a nuestros miembros más pobres y vulnerables”.
Una declaración hipócrita, pues no tiene sentido que el FMI regale dinero.
Cuanto más presta (el FMI), más exprime a los países en desarrollo para que cumplan con sus políticas.
Esa es la solución neoliberal aplicada en escala mundial: no hay recuperación económica real, sino más pobreza y desempleo en todos lados.
La solución a la crisis es el motivo por la que se produce.
Y se produce por la necesidad del control de la economía mundial.
Al generar un proceso de endeudamiento mundial se aumenta la dependencia de los países de estas instituciones financieras y sus gobiernos quedan a merced de sus deudores.
Se está desarrollando una crisis fiscal sin precedentes en todos los niveles de gobierno. Con altos niveles de desempleo, los ingresos tributarios en los países desarrollados están prácticamente paralizados. En el transcurso de los últimos dos meses, los gobiernos nacionales se han endeudado cada vez más.
A su vez, los gobiernos occidentales, así como los partidos políticos, están cada vez más bajo el control de los acreedores, quienes finalmente toman las decisiones.
Todos los niveles de gobiernos están atrapados por la deuda. La deuda no se puede pagar. En Estados Unidos, el déficit federal ha aumentado en un 26%, a 984,000 millones de dólares para el año fiscal 2019, el más alto en siete años. Y es sólo el principio.
En los países occidentales, se ha producido in incremento colosal de la deuda pública. Se está utilizando para financiar los “rescates”, las “limosnas” para las corporaciones, así como “las redes de seguridad social” para los desempleados.
Gobiernos secuestrados.
Sin duda, esta política económica global propiciará el “secuestro” de los gobiernos, el secuestro de su autonomía y capacidad de decidir.
Todos estarán pendientes de las órdenes que el FMI y el Banco Mundial les dé para dirigir sus países. Serán títeres al servicio de otros intereses que realmente gobernarán el mundo.
Las líneas maestras de este plan se dirigen, por tanto, a la ampliación y control total del mundo por las macro corporaciones.
Ya estamos viendo en España como grandes corporaciones inmobiliarias se adueñan de gran parte de las ciudades con el consentimiento expreso de un gobierno de extrema izquierda compuesto por socialistas y comunistas radicales.
Estamos escuchando al vicepresidente del gobierno hablar de grandes privatizaciones y el efecto que eso produce en las multinacionales, que deciden abandonar España.
El primer nivel de la privatización del gobierno serán los municipios, muchos de los cuales ya están parcial o totalmente privatizados en EE.UU. Por ejemplo, Detroit en 2013.
Los multimillonarios de Estados Unidos se sienten atraídos a comprar ciudades enteras. Varias ciudades importantes están al borde de la bancarrota.
¿La ciudad de Vancouver está en proceso de privatización?: “el alcalde de Vancouver ya dijo que temía la bancarrota de la ciudad”.
En las ciudades más grandes de Estados Unidos, las personas simplemente no pueden pagar sus impuestos. La deuda de la ciudad de Nueva York para el año fiscal 2019 aumentó a 91.560 millones de dólares. Un 132% desde el año fiscal 2000. Las deudas personales a nivel mundial también han aumentado.
“Los hogares estadounidenses tienen en conjunto alrededor de 1 billón de dólares en deuda de tarjetas de crédito”. Y no se están tomando medidas para reducir las tasas de interés de la deuda de tarjetas de crédito.
Y, como ya sabemos, cuando EE.UU. estornuda Europa se acatarra.
¿Nuevo orden Mundial?
Al más puro estilo marxista, Henry Kissinger dijo “controla el petróleo y controlarás las naciones, controla la producción de alimentos y controlarás a los ciudadanos.
¿Hay un diabólico “Nuevo Orden Mundial” en proceso como lo sugirió Henry Kissinger:
“La pandemia de coronavirus alterará el orden mundial para siempre”
Recordemos la histórica declaración de Kissinger de 1974: “La despoblación debería ser la máxima prioridad de la política exterior de Estados Unidos hacia el Tercer Mundo”. (Memorándum del Consejo de Seguridad Nacional de 1974)
Las implicaciones políticas son de largo aliento.
¿Qué tipo de gobierno tendremos a partir de la crisis?.
Esperemos para verlo.