La falsedad de las promesas de la dictadura cubana durante más de 60 años está, hace mucho tiempo, al descubierto. No obstante, siguen existiendo en la isla dos grupos sociales amplios de personas que siguen en la inopia.
Aquellos que, en su estupidez, siguen creyendo en la educación y sanidad gratuita como base para amar la revolución y aquellos otros que, por miedo, no se atreven a hablar mal de ella y sufren en silencio.
Ambos grupos sociales suponen una lacra para los que diariamente se juegan su libertad y su propia vida en aras de conseguir una Cuba libre de la que los otros dos grupos se beneficiarán en el futuro.
La libertad es el bien más preciado de las personas y eso lo saben, mejor que nadie, aquellos que por una u otra causa han sido privados de ella.
Cómo trató la dictadura de Batista a Fidel y cómo trata su dictadura a los presos.
Cuando Fidel fue preso en Cuba en La Isla de Pinos, vivía en una celda que no compartía con nadie. Diariamente se le permitía recibir los alimentos que le llegaban del exterior y sus tabacos preferidos. No tenía restricciones.
El 4 de abril de 1954 Fidel escribe: “Me voy a cenar: spaghetti con calamares, bombones italianos de postre, café acabadito de colar y después un H. Upmann 4. ¿No me envidias? Me cuidan, me cuidan un poquito entre todos… No le hacen caso a uno, siempre estoy peleando para que no manden nada. Cuando cojo sol por la mañana, en shorts y siento el aire de mar, me parece que estoy en una playa, luego un pequeño restaurante aquí. ¡Me van a hacer creer que estoy de vacaciones! ¿Qué diría Carlos Marx de semejantes revolucionarios?”.
La permisividad de las autoridades alentó tanto a los reclusos que sus familiares les compraron un refrigerador.
Batista, un ángel comparado con Fidel.
En otra carta de agosto de 1954, el déspota en ciernes escribió: “La limpieza corresponde al personal de la prisión, dormimos con la luz apagada, no tenemos recuentos ni formaciones en todo el día, nos levantamos a cualquier hora; mejoras éstas que yo no pedí, desde luego. Agua abundante, luz eléctrica, comida, ropa limpia, y todo gratis”.
El ataque al cuartel Moncada es calificado por la revolución castrista como un acto heroico. ¿Qué pasaría si hoy un grupo de cubanos, hastiado de la discriminación política y los abusos, ataca una unidad militar?. ¿Recibirían sanciones de preso en Cuba tan benignas como las aplicadas a los moncadistas?. ¿Les permitirían estar unidos en la cárcel y apartados de los presos comunes?. ¿Serían amnistiados?.
Melba Hernández y Haydeé Santamaría fueron condenadas a siete meses por su participación en ese hecho, una sentencia que asombra al compararla con las que actualmente aplican a las valerosas mujeres que se atreven a levantar su voz contra el régimen dictatorial castrista. Al llegar a la cárcel de mujeres de Guanajay a Melba y Haydeé no sólo les permitieron hacer una llamada telefónica para informar a sus familiares, sino que les arreglaron un local compuesto por un dormitorio, una cocina, un baño y un comedor, les permitieron recibir toda clase de libros, visitas de familiares y amigos y estuvieron siempre separadas de las presas comunes. Añado que antes de 1959 sólo 3 mujeres fueron condenadas por razones políticas, todas durante la dictadura de Batista, una cifra insignificante si la comparamos con lo que ocurrió después de 1959 hasta la actualidad.
Libertad y Derechos humanos con Batista comparado con la Revolución castrista.
Los 27 moncadistas fueron remitidos al Presidio Modelo de Isla de Pinos y separados de los presos comunes, algo que jamás ha hecho el castro-comunismo con los presos políticos.
Las madres de los reclusos formaron el grupo de Madres Cubanas que devendría el Comité de Familiares Pro-Amnistía de los Presos Políticos. Ellas jamás fueron golpeadas por luchar por la libertad de sus familiares, mucho menos detenidas o difamadas como hoy hace el gobierno en contra de las dignísimas Damas de Blanco y tantos otros grupos que demandan libertad en Cuba actualmente.
Ya le gustaría a Jordano y sus familiares que el tratamiento que la dictadura de Batista le concedió a Fidel, se les concediese a ellos.
El drama de Jordano en La Condesa.
Jordano está preso en Cuba desde hace tres años para cumplir una condena de cinco por tener seis semillas de marihuana en su poder.
El código penal cubano en su artículo 58.1 establece que al cumplirse el 50% de la condena, al extranjero se le concede la libertad condicional. Lo cual implica su expulsión del país, pero esto no se ha materializado.
Como ya informamos, Jordano padece un trastorno psicótico agudo polimorfo con síntomas de esquizofrenia. Se venía medicando en España, pero su viaje a Cuba para visitar a su padre se vio complicado por los hechos comentados y desde entonces no recibe ningún tratamiento médico.
La situación de Jordano es tan grave que, actualmente, no reconoce la voz de su madre cuando le habla por teléfono, anda sin ropas en la prisión y se ha convertido en un muchacho agresivo debido a su trastorno mental.
Sanciones cubanas y pasividad por las autoridades españolas.
Los militares, incultos y desprovistos de la más mínima humanidad, transforman su comportamiento en sanciones. No se percatan o no quieren hacerlo, de que es un enfermo psiquiátrico que no puede estar en una prisión sino en un centro especializado.
El consulado de España no hace absolutamente nada por el preso en Cuba . Al frente de un consulado debería de estar un cónsul, pero en Cuba no es así.
Como ya han denunciado otras familias, al frente del consulado canadiense hay una funcionaria cubana y lo mismo ocurre con el consulado español.
Misleydy, la madre de Jordano, no ceja en su lucha por liberar a su hijo de esa barbarie. A las denuncias ante el Poder Popular y el Ministerio de Justicia cubano hay que añadir las gestiones realizadas ante las autoridades españolas.
En cuanto llegó al consulado la petición de la ONG Movimiento por la Paz para intervenir en el caso, comenzaron a ponerse nerviosos en el consulado, exigiendo que se les enviase copias de todas las denuncias formuladas. Prueba evidente de la inoperatividad del cónsul y de su embajador.
Desde el Defensor del Pueblo, hasta el Ministerio de Asuntos Exteriores y Justicia ya están informados de este caso terrorífico de tratamiento penitenciario que incumple todas las normas internacionales e incluso las propias leyes de Cuba.
Esperemos que, en breve, se produzcan acciones por parte del embajador de España en la Habana para regresar a Jordano a España, donde pueda recibir el tratamiento médico que “la gran potencia mundial en medicina” es incapaz de darle.
Rebelión en Cuba. Patria y Vida.
La liberación de los reclusos juzgados tras el ataque al cuartel Moncada, fue posible gracias a un pujante movimiento pro-amnistía que tomó fuerza en todo el país y se convirtió en la mayor movilización a favor de esa causa realizada hasta el momento.
A su salida de la cárcel, como preso en Cuba, Fidel ofreció una conferencia de prensa en el hotel Isla de Pinos, de la calle Martí en Nueva Gerona, y entregó a los medios de comunicación el Manifiesto al pueblo de Cuba, en el que anunció la continuidad de la lucha:
“Nuestra libertad no será de fiesta o descanso, sino de lucha y deber, de batallar sin tregua desde el primer día, de quehacer ardoroso por una patria sin despotismo ni miseria, cuyo mejor destino nada ni nadie podrá cambiar. El país se yergue formidablemente contra los que lo maltratan, se ve surgir una fe nueva, un despertar inusitado en la conciencia nacional. Pretender ahogarla es provocar una catástrofe sin precedentes cuyos funestos resultados caerán sobre las cabezas de los culpables”, apuntó.
Desde este blog solo deseamos que las arengas de Fidel sean el camino a seguir del pueblo cubano. Luchar por una patria sin despotismo ni miseria, cuyo mejor destino nada ni nadie podrá cambiar y pretender ahogarla es provocar una catástrofe sin precedentes cuyos funestos resultados caerán sobre las cabezas de los culpables. En esta ocasión sobre ellos.
