Los grandes pensadores de la dictadura cubana no dejan de enriquecerse y cada vez se les ocurre más ideas para calmar al pueblo sometido.
Ya no basta con una política económica desastrosa, ahora, además de no pagar a los países que le venden tienen que inventar.
Gran palabra cubana que implica mentir y crear soluciones ineficaces. Lo que el vulgo llama “comer mierda”. Porque al final, inventar no es otra cosa que intentar huir de la miseria sin dar soluciones reales.

Entre las grandes pensadas que han tenido los gerifaltes cubanos mientras disfrutan de una copiosa y deliciosa comida regada con buenos vinos es que el pueblo, los de allí abajo, sus súbditos, deben empezar a orinar en botellas para fertilizar los campos. Otra gran idea fue, ante la escasez de leche, que los esbirros, es decir, el pueblo, alimentase a sus hijos y ancianos con leche de cucarachas.
La orina como fertilizante. Inventar en Cuba.
El periódico 5 de septiembre, diario oficial de la provincia de Cienfuegos, compartió un artículo donde sugiere a los cubanos fertilizar los cultivos con orina humana.

Plausible alternativa, así lo define el periódico cubano. Es curioso que estos periodistas solo escriben lo que les interesa para engañar al ciudadano, pero no la realidad.
Y la realidad es que en ese mismo informe se exponen las grandes dificultades para hacerlo y que seguidamente exponemos
Separar y recolectar la orina requiere cambiar los sanitarios, la red de recolección y superar ciertas ideas preconcebidas.
La desviación de la orina en los baños ya fue experimentada en ciudades ecológicas suecas a inicios de los años 1990, y posteriormente en Suiza y Alemania. También se están realizando pruebas en Estados Unidos, Sudáfrica, México, India y Etiopía.
“Introducir innovaciones ecológicas lleva tiempo, especialmente una innovación radical como la separación de la orina”, dice Tove Larsen, investigadora de la Escuela Federal Suiza de Ciencia y Tecnología del Agua (Eawag).
Las primeras generaciones de inodoros con desviación de orina, considerados poco prácticos y antiestéticos, o el miedo a los malos olores podrían haber sido un freno, explica. Un nuevo modelo desarrollado por la empresa suiza Laufen con Eawag debería resolver estas dificultades, espera la investigadora.
“Hay que superar ciertos obstáculos”, comenta Marine Legrand, antropóloga y miembro de la red Ocapi.
Pero, ¿la gente está lista para comer alimentos fertilizados con orina? Un estudio muestra marcadas diferencias entre países. La tasa de aceptación es muy alta en China, Francia o Uganda, pero baja en Portugal o Jordania.
“Este tema toca a lo íntimo”, analiza Ghislain Mercier, de Métropole Aménagement, que está desarrollando un ecobarrio en París con 600 viviendas y comercios. Allí se recogerá la orina para fertilizar los espacios verdes parisinos.
Reorganizar
Según él, hay un importante potencial en las oficinas, en las viviendas no conectadas a la red de drenaje y en los barrios marginales sin instalaciones sanitarias.
Sin embargo, es necesario conseguir el apoyo de los habitantes, repensar las canalizaciones y enfrentarse a una legislación inadecuada.
Una vez recolectada, la orina debe transportarse a los campos, lo cual es costoso. Diversas técnicas permiten reducir su volumen y concentrar, o incluso deshidratar, la urea. Rich Earth Institute está desarrollando soluciones técnicas para que la distribución de este fertilizante sea fácil y económica para los agricultores.
Dado que la orina no es un vector importante de enfermedades, no requiere un procesamiento pesado para su uso en la agricultura. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dejarla reposar. También es posible pasteurizarla.
La orina todavía está luchando por imponerse como una alternativa a los fertilizantes sintéticos. Pero con los precios de la gasolina en alza y el deseo de muchos países de fortalecer su soberanía alimentaria, en relación con la guerra en Ucrania, “las restricciones económicas nos alcanzarán más rápido de lo que hubiéramos pensado y harán que el tema sea más audible”, comenta Ghislain Mercier.
El desgobierno cubano y la estupidez innata.
Como vemos, la idea es todo un proyecto que conlleva grandes infraestructuras, pero que el inculto líder cubano lo minimiza. Inventar es la cualidad de este desgobierno.

Para el primer mundo esto es una posibilidad que hay que analizar y que no es fácil de implementar.
Para los gobernantes cubanos es muy sencillo, cada cubano debe orinar en un bote y llevarlo al campo para fertilizar.
El problema de Cuba no es solo la dictadura, sino el nivel de estupidez, la inmensa ignorancia e incultura que han introducido en la mente del pueblo durante más de medio siglo y que les obliga a inventar para sobrevivir.
El cubano revolucionario no piensa.
Al cubano pro Castro no le pidas nunca que piense. No le pidas que analice, no le pidas que tenga opinión propia. Ese es el mayor castigo que se le puede imponer a esta gentuza. Ellos solo escuchan y obedecen, aunque en ello les vaya su futuro sin futuro.
La leche de cucaracha
Otra de lo mismo. Estos ingeniosos gobernantes cubanos carecen, como todo revolucionario, de la capacidad de pensar y en cuanto leen un título ya no indagan más, no siguen leyendo, se quedan con aquello y punto final. Seguir leyendo, intentar entender, discernir entre los posible y lo probable no está en sus neuronas.
¿De dónde surge el hallazgo de la leche de cucaracha?

Un grupo multidisciplinar de científicos indios, canadienses y franceses del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de Bangalore (India) dejaron hace unas semanas a medio mundo con la boca abierta y el estómago revuelto al publicar las primeras aproximaciones de una investigación cuya conclusión esencial era que la leche de cucaracha podría convertirse en el superalimento del futuro.
En la época actual que cada vez hay más conciencia con el cambio climático hay que tener en cuenta que la producción de leche de vaca produce cantidades inmensas de metano, uno de los peores gases de efecto invernadero. Un hallazgo que, sin duda, puede cambiar el panorama de la nutrición en un espacio indeterminado de tiempo. Reconocen que el descubrimiento es aún embrionario y que habría que concretar el modo en el que se sintetizaría el proceso para convertir los cristales proteicos que han dado a luz a la leche de cucaracha puedan ser incorporados de un modo seguro para el consumo humano.